por Lepanto el Jue Jul 19, 2007 10:51 pm
Traducción de unos artículos de la revista Cols bleus y le Télégramme de Brest justificando la necesidad de continuar disponiendo de portaviones y concretamente de uno nuclear, así como algunos datos respecto al buque.
¿Para que construir un portaviones?
Encargado en 1985, el programa militar expresaba la necesidad de operar uno. La experiencia de 25 años de empleo de los portaviones de ataque Foch y Clemenceau, hizo que este programa militar se orientase sobre las capacidades ofensivas de proyección de potencia contra objetivos terrestres. Los hechos desde entonces confirmaron esta tendencia con la evolución hacia estrategias de acción "a partir del mar" causado por el hundimiento del bloque soviético. La operación Prométhée en el mar de Arabia en 1987/1988, luego la guerra del Golfo en 1991 y las operaciones aéreas en Adriático desde 1993 jalonaron la progresión de nuestra aviación embarcada hacia operaciones aéreas cada vez más complejas, a menudo integradas en dispositivos Inter-armas e Inter-aliados que cambiaron radicalmente las condiciones de preparación y conducta de las misiones aéreas. El hacerse realidad el programa militar para un portaviones nuclear tenía quince años por delante lo mismo que combinar de manera óptima el factor aéreo y el factor marítimo.
Ventajas a considerar de la propulsión nuclear.
La propulsión nuclear obtiene ventajas decisivas respecto a la acción marítima: movilidad, autonomía, resistencia, capacidades de carga en mayores bodegas. Desplazándose a los 27 nudos, libre de suministro durante varios años, este portaviones dispone de una gran movilidad que le permite recorrer sin logística más de mil de kilómetros cada veinticuatro horas para colocarse, crear la sorpresa o, cuando proceda, ponerse a cubierto. Así mismo puede abastecer él mismo a su escolta en los tránsitos de alta velocidad, el portaviones ya no está obligado a esperar al suministrador de escuadra que puede llegar a la zona de acción a menor paso o efectuar rotaciones de reemplazo. La adopción de la propulsión nuclear permitió aumentar la capacidad de las bodegas para carburante de aviación (5.000 m3) y a municiones (600 toneladas).
Es necesario tener en cuenta también que la ausencia de chimenea y humo o de gas de escape facilita las actividades aeronáuticas y disminuye la firma infrarroja.
Pensado para durar, el “Charles de Gaulle”dispone de los talleres y repuestos necesarios para las operaciones de mantenimiento corrientes, y se diseñaron todas sus instalaciones para despliegues de un año sin vuelta al puerto base.
Una plataforma aeronáutica muy calculada y de amplia dimensiones.
Otra proeza técnica fue realizar, sobre un casco similar al del Foch, una cubierta de vuelo de una superficie de 12.000 m2 (contra los 8.800 m2 del Foch) con unas instalaciones de aviación concebidas para aviones más pesados (de 20 a 25 toneladas), autorizando cargas útiles más grandes, mayores radios de acción y plazos de entrega reducidos.
Las dos catapultas a vapor C13-3 americanas de 75 metros de longitud pueden lanzar el Hawkeye o al Ráfale con la totalidad de su carga útil en combustible y municiones. Gracias al sistema de estabilización de plataforma, las maniobras de aviación podrán efectuarse en mares con olas de 6.6 m Los tres ascensores de paso son idénticos a los que equipan los portaviones de la clase Nimitz. Permitirán recuperar los aviones con su armamento cuando no se haya extraído éste. Los equipamientos de cubierta de vuelo, la óptica de apontaje normal o de ayuda, de indicación, los deflectores de chorro son idénticos a los de los portaviones americanos y permitirán recuperar los aviones americanos KA-6 y FA-18 en caso de necesidad.
La potente capacidad de proyección se mide por los aviones armados que el portaviones puede catapultar diariamente. El objetivo consiste en efectuar 100 salidas al día durante siete días. Los depósitos de municiones y carburante para aviones están dimensionados en consecuencia. Para garantizar este tipo de salidas aéreas, la superficie de la cubierta de vuelo y las instalaciones de puesta en operación son determinantes, pero el más importante reside en los talleres aeronáuticos que mantienen la disponibilidad del parque aéreo. Más de 500 técnicos de aeronáutica intervendrán sobre el puente o en estos talleres que rodean a un hangar de 4.600 m2. Los dos ascensores laterales son capaces cada uno de alzar 36 toneladas. Los circuitos de armado de los aviones, que implican las bodegas, los locales de preparación y almacenamiento de espera y los ascensores monta municiones, se optimizan para reducir los plazos de entrega de los aviones. Un grupo completo de 20 aviones armados podrá estar nuevamente en servicio en menos de tres horas después de la vuelta del primero. La clave del dispositivo aeronaval será el Hawkeye cuyo radio de detección está cerca de 200 millas náuticas. Equipado de la conexión 16, el Hawkeye aumentará notablemente el control y la circulación de la información táctica en la fuerza naval. Permitirá por otro lado una gestión a gran escala del espacio y las misiones aéreas. Las instalaciones ASMP son específicas y se integraron a partir de la concepción inicial del buque.
Un sistema de combate sin equivalente.
El empleo del grupo aéreo, en particular, sobre zonas terrestres, exige una percepción de la situación fina y a escala del teatro de operaciones, y una preparación cada vez más compleja que solo puede ser proporcionada por un sistema muy completo de información.
Este es el tercer as del Charles de Gaulle su sistema de combate, completamente integrado, cuenta con numerosos sistemas que representan cerca de 10 millones de líneas de códigos informáticos. Estos sistemas se agrupan en tres bloques. El sistema de información y órdenes, compatible con los sistemas OTAN, implica las ayudas al control y al empleo de los medios. Tiene la capacidad de fusionar los datos de información de origen exterior procedente de los centros de control en tierra o la Dirección de la información militar, en particular la información de origen espacial y el resultado de las misiones de reconocimiento del grupo aéreo embarcado. El sistema de dirección de combate se basa en el Senit 8 (sistema de explotación naval de información táctica) cuyas capacidades de tratamiento permiten la adquisición y el control automático de dos mil contactos, evaluación de la amenaza según criterios programables, y la gestión de las conexiones de datos tácticas, los actualización de contactos desde los sensores radar, de los medios de guerra electrónica y las armas (misiles Saam y Sadral). El sistema de comunicación administra el conjunto de las transmisiones exteriores, en particular las conexiones por satélite, así como las redes de distribución interna de información. Al utilizar una parte de los 32 cables de fibra óptica instalados, el sistema de gran difusión (SGD) conecta todos los sistemas así como mil de microordenadores entre ellos y hogar la posibilidad de multiplicar las capacidades de intercambio de datos en el futuro. Este sistema de combate integrado es el más complejo nunca realizado, incluso por nuestros aliados. Favorecerá la valoración de las situaciones por orden, la utilización óptima de los medios y la rapidez de las reacciones.
La seguridad nuclear, una escuela de rigor.
Desde el punto de vista de la seguridad nuclear, el Charles de Gaulle es también un precursor y un modelo de integración. Es en efecto el primer buque francés de combate de superficie sobre el cual deben convivir dos cuartos de calderas nucleares, un sistema de armas nuclear, aviones de combate y municiones en gran cantidad, así como el personal encargado de la puesta en servicio de estas instalaciones. Estos distintos sistemas, estrechamente unidos físicamente los unos a los otros, deben probar que su concepción, realización, y las disposiciones de explotación tomadas respetan y respetarán durante toda la duración de vida del buque las exigencias de seguridad nuclear definidas por la Comisión Mixta de seguridad nuclear (CMS), coordinando al Mº de Defensa y a la CEA.
El método de análisis de los sistemas proporcionado por los diseñadores, estableció muy pronto, aplicar los sistemas de seguridad, no sólo a los sistemas tomados aisladamente, sino también a sus interacciones potenciales, incluso en situaciones operativas constantes.
Las evoluciones de la normativa, en particular los aspectos vinculados a la protección radiológica del personal, se tuvieron en cuenta durante todo el proyecto, y sufrieron modificaciones a veces importantes. El ASMP, dio la calificación provisional en 1999, la confirmación de la calificación se produjo exactamente antes de entrar en servicio activo el buque. Un proceso idéntico cubre las instalaciones de recepción y apoyo en los puertos destinados a acoger al Charles de Gaulle. El conjunto de normas de explotación, incluyendo la conducta, mantenimiento, y salidas de operaciones relativos a la seguridad nuclear esta totalmente documentado con las responsabilidades del personal. El Reglamento general de seguridad es la parte principal de este buque.