Falleció a principios de este mes a la edad de 89 años Bob Pardo. Con su Phantom, empujó un F-4 averiado fuera del espacio aéreo enemigo en una de las misiones más heroicas de la historia de la aviación militar, conocida como “El Empuje de Pardo”.
En marzo de 1967, durante la aproximación al objetivo, ambos F-4 son alcanzados varias veces por el fuego antiaéreo enemigo. El fuego antiaéreo norvietnamita causa daños importantes al avión del capitán Aman, cuyo tanque de combustible comienza a perder, lo que obliga a la tripulación a abortar la misión. Aunque también fue tocado, el F-4 de Pardo puede continuar su misión.
En su ruta de salida, a 20.000 pies, Aman y su copiloto Houghton determinan que no tienen suficiente combustible para llegar a un avión cisterna o a Laos, donde podrían eyectarse y evitar ser capturados. Pero Pardo, aunque su F-4 sigue respondiendo y tiene suficiente combustible para llegar a un cisterna, decide quedarse con su compañero.
En cierto momento, mientras aún se encuentra dentro del espacio aéreo norvietnamita, el F4 de Aman se incendia. Para salvar a Aman y Houghton, Pardo decide hacer algo que cree que nadie ha hecho antes: intentar empujar el otro F-4 a Laos, haciendo contacto suavemente con el compartimento del paracaídas de frenada. Sin embargo, las turbulencias interfieren con la maniobra y después de varios intentos fallidos, Pardo opta por una solución extrema: le indica a Aman que baje su gancho de cola, luego coloca su F-4 detrás del otro apoyando su parabrisas contra el gancho de cola. El contacto se produce pero la “solución” es bastante inestable y, como consecuencia de las turbulencias, Pardo necesita reposicionar su F-4 cada 15 a 30 segundos. Sin embargo, el empuje funciona y la velocidad de descenso del F4 de Aman se reduce considerablemente.
La maniobra la repite durante otros 10 minutos hasta que su Phantom también se queda sin combustible. Con ambos aviones a salvo dentro del espacio aéreo de Laos, a una altitud de aproximadamente de 6.000 pies, las tripulaciones de ambos F-4 se expulsan y serán rescatados por helicópteros y evadirán la captura.
Aunque salvó a otra tripulación, Pardo fue inicialmente reprendido por no salvar su propio F-4. En 1989, el episodio fue reexaminado y tanto Pardo como Wayne recibieron la Estrella de Plata.