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La Armada explosiona una mina a la deriva a 20 millas de Ribadesella
El artefacto, de un tipo usado en la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, fue detonado por buzos especialistas Un buque militar de vigilancia pesquera halló el explosivo el martes y activó una operación que concluyó el miércoles
N. PRIETO / R. ÁLVAREZ/GIJí“N
La Armada explosiona una mina a la deriva a 20 millas de Ribadesella
ALTA MAR. El patrullero 'Chilreu' halló la mina flotando en el Cantábrico a 20 millas de Ribadesella. / MINISTERIO DE DEFENSA
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Para sorpresa de la tripulación, un patrullero de altura de la Armada se topó el pasado martes con una mina de gran tamaño a la deriva en el Cantábrico. El artefacto, con varias décadas de antigí¼edad, flotaba mar adentro a unas 20 millas náuticas de las costas de Ribadesella. El hallazgo activó un dispositivo de seguridad y vigilancia, en el que colaboraron medios militares y civiles, para evitar el riesgo de que cualquier embarcación chocara con el explosivo antes de que los especialistas consiguieran desactivarlo. Finalmente, un grupo de buceadores desplazado desde Ferrol consiguió llevar a cabo una detonación controlada al mediodía del miércoles, según informó ayer el Ministerio de Defensa.
La ocupación habitual del patrullero 'Chilreu' consiste en vigilar el normal desarrollo de la pesca, pero al atardecer del martes el barco avistó un objeto insólito. Según la descripción de la Armada, el artefacto es una mina de orinque de las mismas características de las utilizadas en la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. Ese tipo de artilugios, empleados normalmente en el bloqueo de puertos, iba atado a un ancla para quedar fondeado a una profundidad variable: entre tres y cinco metros si su objetivo eran buques y hasta diez si estaba destinado a la defensa contra las incursiones de submarinos.
El avistamiento del artefacto disparó todas las alarmas. Tras verificar su presencia y después de la comunicación oficial a la Fuerza de Acción Marítima de la Armada, a la que pertenece el 'Chilreu', sus mandos decidieron establecer una zona de exclusión a la navegación, que quedó prohibida en el interior de un círculo de ocho millas de radio trazado alrededor de la posición de la mina. El Instituto Hidrográfico de la Armada lanzó un aviso urgente y notificó el hallazgo a la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima.
Refuerzos desde Galicia
Las autoridades militares decidieron mantener al patrullero en la zona para alertar al tráfico mercante y pesquero del peligro. Mientras tanto, movilizaron en el puerto de Ferrol al 'Serviola', otro patrullero, que zarpó en la madrugada del miércoles. Llevaba a bordo un equipo de submarinistas del Núcleo de Buceo de la Armada, con base en la localidad gallega y adiestrado en la desactivación de explosivos.
La caída de la tarde ocultó de nuevo el artefacto. A la salida del sol, el 'Chilreu', auxiliado por el helicóptero Helimer Cantábrico, una embarcación de Salvamento Marítimo y la patrullera de la Guardia Civil 'Río Nalón', emprendió las tareas para volver a localizarlo. Los vientos y las corrientes lo habían desplazado tres milas y media hacia el Noroeste de su última posición conocida antes de que el Helimer diera con él. El buque de la Armada se mantuvo cerca de la mina, controlando su movimiento, mientras las otras dos embarcaciones desviaban de la zona el tráfico marítimo.
El 'Serviola' llegó a esa posición, situada a unas 20 millas náuticas al norte de Punta de la Sierra, en el concejo de Ribadesella, a media mañana. Los buceadores se pusieron de inmediato a la tarea de neutralizar el artefacto. Los dos patrulleros les dieron apoyo, pero el resto de los efectivos que participaban en la operación se retiraron de las cercanías por motivos de seguridad.
Cargas explosivas
Los artificieros colocaron en la mina varias cargas explosivas que activaron para conseguir una detonación controlada. Según confirmó Defensa, la situación quedó normalizada a las 15 horas, momento en el que quedó levantada la zona de exclusión. El 'Serviola' regresó a Galicia y el 'Chilreu' volvió a sus labores cotidianas de vigilancia pesquera.
Aunque la aparición de explosivos de la Guerra Civil es un hecho relativamente frecuente en tierra, los casos de aparición de minas en el mar resultan más raros. El más espectacular de los últimos años sucedió en Cataluña, donde unos aficionados al submarinismo hallaron en 2005, junto a la playa de Roses, una mina similar a la encontrada en Asturias. El artefacto tenía una carga de 180 kilos. Fue remolcado a alta mar y explosionado por la Guardia Civil hace hoy justamente dos años. Se desalojaron varias viviendas por precaución.
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