Turquía no permite el paso al Mar Negro de los dos ex-cazaminas de la Royal Navy, cedidos a Ucrania, el 2 de enero anunció que no autorizaría su tránsito por los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, refiriéndose a la Convención de Montreux, firmada en 1936.
Las autoridades turcas han bloqueado el acceso al Mar Negro a todos los buques militares desde el 1 de marzo de 2022, y entonces el presidente turco afirmó que “Hemos decidido utilizar el Convenio de Montreux de tal manera que impidamos la escalada de la crisis”.
Según ese texto, en tiempo de guerra, si Turquía no es beligerante, los buques de guerra extranjeros pueden utilizar el estrecho en las mismas condiciones que en tiempo de paz, con una excepción: Turquía puede prohibir el tránsito de buques de guerra pertenecientes a las potencias beligerantes, a menos que se trate de un buque de guerra que regresa a su puerto de origen en el Mar Negro (artículo 19).
A pesar de sus excelentes relaciones con los turcos, los británicos tendrán que buscar otra vía para hacer llegar los dos buques a la marina ucraniana, que sería a través del gran canal Rin-Meno-Danubio. Parece mentira que no esto no se viera antes y se evitaban llevar los barcos al mar de Mármara en donde están fondeados ahora. Y resulta curioso respeto a la noticia de arriba de las patrulleras para la guardia costera ucraniana. Si la diferencia está en que unos navegan por sus medios y los otros son transportados por un barco, la solución la veo clara.