por Meteco el Jue Jul 14, 2022 8:13 pm
Buenas, hace mucho que no escribía en el foro.
Primero, gracias al podcast, que me ha hecho volver a escribir. Es que si no digo esto, reviento.
Segundo, a lo que venía.
Sirva la presente como muestra de mi más absoluta protesta por un hecho acaecido (menuda palabrería me está saliendo) en el último podcast sobre noticias navales.
Lepanto hablaba del contrato de los submarinos noruego-alemanes con Indra para la instalación de los sistemas de combate. Terminada la sucinta exposición, resulta audible el silencio en respuesta. Punto siguiente.
Queridos Poliorcetes y Orel. Mentar a la bicha del Rapaz o del Eurodrone, provocan una inmediata reacción, que en algún aspecto está más que justificada. Incluso diré que dar como buena una noticia (uf, hace ya tiempo, pero recuerdo un proyecto de dron con titanio para lanzarlo a darse de leches contra otros drones, por ejemplo) que no tiene ni pies ni cabeza si uno se para a pensar, tiene su pase, porque cabe la posibilidad de que quien lo promueve sepa mucho más que nosotros y en el fondo el proyecto tenga sentido. Pero callarse ante éxitos de las empresas españolas, da lo mismo la que sea, es triste.
Y es que la cosa no es nueva. También recuerdo los comentarios del dron de Marine instruments y los comentarios que hicísteis sobre si tenía muy poco alcance y apenas servía para nada. Vaya, que toda la ingeniería naval, empeñada en ganar unos metros poniendo cosas en lo alto del barco para ver más lejos, resulta que es un cuento de viejas y tener unos ojos y oídos a 12 millas y varios cientos de metros de altura tiene dudosa utilidad.
Así que aquí está mi protesta. Sois personas que de normal no se alegran de las desgracias propias. Estáis constantemente deseando que en España se hagan desarrollos de primera fila y sabéis que un desarrollo de primera fila no es necesariamente diseñar y poner en funcionamiento la estrella de la muerte.
Me encantaría que esto que escribo os lo tomarais como lo que es, una medio chufla, medio cosa en serio. De verdad, se me cayó el alma a los pies cuando con lo de Indra no hubo absolutamente ningún comentario. Personalmente creo que daba para uno de esos apartes que hacen que os odie porque sigo los podcasts a cachitos y cuando puedo, muy pocas veces en directo, pero que a fuerza de ser interesantísimos, hacen que me retrase en lo que estoy haciendo para terminar de oír la noticia.
Menudo ejemplo el mio, vuelvo solo para protestar. No tengo perdón.